Entre la poesía y el teatro; entre París y Tucumán, la filosofía. Miguel Ángel Sevilla, un tucumano que se radicó en Francia desde 1975, está de regreso a su ciudad. En los jardines del MUNT (San Martín 1.545), leyó su obra "La leyenda de los gemelos de Métraux", en conmemoración de los 80 años del Instituto de Arqueología y Museo (IAM). El viernes, a las 21, en el mismo lugar, interpretará tangos, slams y coplas, pero antes, mañana, tendrá un encuentro con estudiantes de teatro, y el jueves a las 21, actuará en la Alianza Francesa.
Como alumno del famoso pensador Paul Ricoeur, defendió su tesis de filosofía en 1981 referida a Benedetto Croce. Ha publicado cinco obras de teatro en francés y distintos libros de poesía; 14 obras suyas han sido presentadas en Francia, pero ha escrito más de 30.
"Cuando me encargan obras o decido escribirlas hay un tiempo previo en la que me documento sobre el tema; parto de un relevamiento previo. En ?La leyenda de los gemelos de Métraux? invento un personaje de Suiza que viene a Tucumán, pero allí, como en toda mi producción, hay una mezcla de ficción y realidad, porque Alfredo Métraux fue el antropólogo suizo que fue el primer director del Instituto de Antropología de Tucumán", cuenta Sevilla en una entrevista que le dio a LA GACETA. Cuando se le pregunta sobre su estilo, tímidamente responde que podría ubicarse en el llamado realismo mágico. Y revela que ahora se le encargó una pieza sobre la desaparición de un periodista y eligió investigar sobre Maurice Jeger, para lo cual se encuentra en una etapa de información.
Sevilla regresó a Tucumán luego de 14 años de ausencia, y recientemente se jubiló en el Centro Georges Pompidou, donde empezó a trabajar como sereno cuando recién el famoso centro de arte contemporáneo estaba en obra. En su infancia fue "gacetero" en la zona norte donde trabajaba con su padre. Y actualmente es co director de la compañía teatral Nathalie Sevilla, una compañía que se involucra en acciones de solidaridad en barrios obreros y de inmigrantes.
Los slams
Sobre su espectáculo del viernes, Sevilla aclara de antemano que no canta, sino que recita, y cuando se le interroga de qué tratan los "slams", relata que en París, en los barrios de inmigrantes ha surgido un nuevo tipo de poesía, de versos populares que no deben extenderse por más de tres minutos, al ritmo de cierto rap.